El nombre de Iker Casillas está en el ojo del huracán de los
aficionados del Real Madrid. El capitán de la nave blanca sigue sin dar
señas de volver a ser el de hace un par de años, cuando era premiado temporada
tras temporada como el mejor portero del mundo, y su futuro en el club está
cuestionado tanto por los aficionados como por algunos miembros de la
directiva.
Sin embargo este año la situación de Iker ha dado un giro inesperado
en comparación con hace 12 meses. Después de un año alternando la portería con
Diego López (situación que al capitán no le gustaba) Ancelotti ha decidido
que esta campaña sea él el elegido para defender la meta blanca, a pesar de que
el club haya
pagado 10 millones de euros por uno de los porteros más en forma del mundo.
El técnico italiano ha tomado esta decisión y parece que
nada le hará cambiar de opinión. Es por eso que debería ser el propio
Casillas el que diera un paso adelante y por el bien del club pedir una salida en
el próximo mercado. Que tanto jugador como club lleguen a un
acuerdo para traspasarle o incluso rescindir el contrato de forma cordial.
Iker debe tener muy presente lo que sucedió en su día con el
anterior capitán del Madrid, el gran Raúl González. Éste supo aceptar
que su tiempo en el equipo había acabado y aunque Mourinho le aseguró que
contaba con él no quiso entrar en polémicas y se marchó a Alemania, donde aún
siguió jugando varios años a gran nivel.
Ahora es el momento de que la historia se repita. De que
Casillas acepte que no está en su mejor momento para ser titular indiscutible
en el Madrid y de que pueda seguir disfrutando del fútbol sin ninguna
presión en otro club. Debe dar la alternativa a Keylor Navas. El que fue el
mejor portero del Mundial junto a Neuer no puede pasarse un año en blanco.
Además Raúl salió del club de forma honesta y siempre
tendrá las puertas del Real Madrid abiertas para volver. Casillas en cambio
si se queda un año más puede conseguir que muchos madridistas se dividan y
no acepten en un futuro su vuelta, a pesar de todo lo que le ha dado al
equipo.
El Real Madrid siempre será su casa, pero este momento
puede ser el mejor para tomar una decisión siempre complicada. Abandonar
el Real Madrid nunca es fácil.
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